Si nuestra residencia se ubica en una urbanización o un lugar alejado de los centros urbanos, las vallas metálicas son una de las mejores formas de dotar de seguridad a nuestro hogar. Los cierres metálicos son perfectos para complementar a otros dispositivos de protección. Separan el medio externo de nuestro terreno del medio interno. Su robustez y altura son las características clave para determinar el nivel de salvaguarda que proporciona la valla.
El vallado metálico por excelencia para obras e instalaciones referentes a la construcción. Además de otorgar una estética óptima de obra. Este tipo de cercado se instala con postes de sección rectangular de galvanizado situados cada 3 m. y empotrados en el propio terreno o acera.
Una de las opciones que aportan más vistosidad a los cierres metálicos son las vallas perforadas. Se trata de un panel metálico con huecos simétricos, de diferentes formas y tamaños. Proporciona privacidad y seguridad a partes iguales. Además son elegantes, ya que aportan un aspecto minimalista al cercado de la vivienda o local.
Es uno de los diseños más utilizados y tradicionales de nuestro catálogo. Sin embargo, son una de las instalaciones más utilizadas en locales comerciales, ya que su funcionalidad es muy alta.
El vallado decorativo por excelencia. Este tipo de cierre metálico se fabrica a petición del cliente y siempre bajo sus gustos. Las filigranas y ornamentaciones de las vallas de forja son una tarea realizada por manos de artesano.
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